Controversia entre el Gobernador de Oaxaca, Paola Rojas , Defensa del Mezcal Tradicional

La controversia que ha surgido entre el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, la periodista Paola Rojas y el mezcal “Mixes” ha puesto de manifiesto temas críticos sobre la apropiación cultural y el respeto hacia las comunidades indígenas. Este artículo examina los antecedentes de la polémica, las reacciones de los involucrados y las implicaciones culturales y legales que han emergido.

Inicio de la Controversia

La controversia comenzó el 27 de octubre de 2024, cuando Paola Rojas anunció en sus redes sociales el lanzamiento del mezcal “Mixes”. En su publicación, describió el producto como un homenaje a la cultura Mixe y una forma de apoyar a los productores locales. Sin embargo, su promoción fue recibida con indignación por parte de muchos internautas, quienes consideraron que utilizar el nombre “Mixe” para un producto comercial constituía una explotación cultural.

Reacción del Gobernador y Otros Funcionarios

El gobernador Salomón Jara fue uno de los primeros en reaccionar públicamente. En declaraciones posteriores, afirmó que el uso del término “Mixe” por parte de Rojas vulneraba la cultura y patrimonio del pueblo ayuujk (Mixe). Jara anunció que su gobierno tomaría acciones legales contra Rojas por violaciones a la Ley de Propiedad Industrial y la Ley General de Cultura , afirmando que se habían detectado irregularidades en la forma en que se había comercializado el mezcal.  La diputada federal Martha Aracely Cruz Jiménez

también se pronunció sobre el tema, exigiendo la retirada del nombre “Mixe” del producto y calificando su uso como una “apropiación indebida”. Cruz Jiménez argumentó que este tipo de iniciativas trivializan los valores culturales al convertirlos en recursos mercadológicos.

Respuesta de Paola Rojas

Frente a las críticas, Paola Rojas emitió un video en sus redes sociales aclarando que no era dueña del mezcal ni tenía derechos sobre la marca “Mixes”. En su defensa, explicó que su participación se limitaba a apoyar a un grupo de productores independientes que le pidieron ayuda para promocionar su producto. “No soy dueña de ningún mezcal ni he registrado marca alguna”, afirmó Rojas, subrayando que su apoyo era desinteresado y sin fines comerciales.A pesar de sus aclaraciones, las críticas continuaron. Rojas decidió eliminar la publicación original en Instagram donde promocionaba el mezcal y desactivó la cuenta relacionada con “Mixes by Pao”. También se dio de baja la página web asociada al producto.

La Verdadera Propietaria del Mezcal

La verdadera propietaria del mezcal “Mixes” es Martha Patricia Campos Orozco

, quien ha trabajado durante años con comunidades indígenas para promover prácticas tradicionales de producción. En un comunicado, Campos Orozco defendió a Rojas, aclarando que ella solo ofreció su imagen para ayudar a dar a conocer el producto sin recibir compensación económica. Además, enfatizó su compromiso con la historia y cultura del pueblo Mixe.Industrias Mayahuel, la empresa detrás del mezcal, destacó que han colaborado con pequeños productores oaxaqueños durante décadas, utilizando métodos tradicionales y promoviendo prácticas de comercio justo. Campos Orozco subrayó su dedicación a honrar la identidad cultural del pueblo Mixe en cada botella producida.

Implicaciones Culturales y Legales

La controversia ha resaltado temas críticos sobre apropiación cultural y derechos indígenas. El gobernador Jara indicó que se emprenderían acciones legales para garantizar el respeto hacia las comunidades originarias y proteger su patrimonio cultural. Esto incluye garantizar el cumplimiento de leyes diseñadas para proteger los derechos culturales de los pueblos indígenas.

La situación entre Paola Rojas, el gobernador Salomón Jara y el mezcal “Mixes” ilustra las complejidades inherentes a la intersección entre cultura, comercio y derechos indígenas. A medida que avanza esta controversia, se hace evidente la necesidad de fomentar un diálogo respetuoso sobre cómo se representan y utilizan las culturas originarias en contextos comerciales. La respuesta pública también refleja una creciente conciencia sobre la importancia de proteger las identidades culturales frente a la explotación comercial.