Sotoleros de Chihuahua, Coahuila y Durango han alzado la voz contra la producción de sotol en Estados Unidos. Argumentan que estas empresas producen la bebida sin cumplir con los estándares de calidad necesarios, lo que viola la denominación de origen otorgada en 2002. Este reconocimiento fue un logro importante para los estados al norte de México, asegurando una calidad y autenticidad que las marcas estadounidenses están comprometiendo.
La aparición de marcas estadounidenses de sotol ha generado gran controversia. En particular, se ha señalado que algunas experimentan con procedimientos inusuales, como curar el sotol con carne. Esta práctica no solo distorsiona la esencia del producto, sino que también amenaza la tradición y la reputación que el sotol mexicano ha mantenido durante años. Los productores locales en las regiones afectadas están preocupados por la falta de acción por parte de las autoridades para proteger esta denominación.
Un productor del municipio de Madera expresó su frustración ante la posibilidad de que una empresa estadounidense se integre al grupo de sotoleros de Chihuahua. Mientras tanto, las comunidades de sotoleros en Durango y Coahuila están tomando medidas más activas para defender el prestigio de su bebida ancestral. La indignación se extiende a la falta de reciprocidad, ya que si México violara una denominación de origen estadounidense, la reacción sería inmediata.
Los productores han iniciado sus investigaciones para entender cómo es posible que Estados Unidos produzca sotol a pesar de tener prohibido el corte de la planta. Además, existe la preocupación sobre posibles casos de contrabando a través de la frontera, que podrían estar ocurriendo sin el pago correspondiente de impuestos. Los sotoleros solicitan la intervención de autoridades locales y federales para controlar este problema y proteger sus intereses.
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