La industria del mezcal continúa sorprendiéndonos con innovadoras formas de aprovechar sus recursos. En Oaxaca, una fascinante iniciativa está transformando los residuos de la producción del mezcal en papel artesanal de alta calidad.
El proyecto, que tiene su epicentro en San Agustín Etla, comenzó hace dos décadas con el taller Arte Papel Vistahermosa y hoy cuenta con cinco talleres activos. Los artesanos utilizan las pencas de agave y otros residuos del proceso de producción del mezcal, integrándolos en un proceso sostenible que no solo reduce desperdicios sino que crea un producto único.
El arte del papel artesanal en Oaxaca se remonta a tiempos antiguos, evolucionando a lo largo de los siglos desde la invención china. En la región de Oaxaca, esta tradición ha sido adaptada utilizando plantas locales, lo cual le ha conferido un toque único y sustentable. Eduardo Santiago Gijón, líder de Mano Sucia Ediciones, destaca la importancia de esta práctica al conectar los elementos culturales con la sostenibilidad ambiental.
La producción de papel artesanal en San Agustín Etla inició hace 20 años con el taller pionero Arte Papel Vistahermosa. Actualmente, la comunidad alberga alrededor de cinco talleres activos que continúan con esta tradición, utilizando metodologías que respetan y aprovechan los recursos naturales. Este proceso se enfoca en no comprometer el entorno, conservando la calidad y abundancia del agua local y utilizando técnicas que minimizan el impacto ambiental.
La fibra de celulosa es un componente esencial para la producción de papel artesanal en Oaxaca. Se extrae de una variedad de plantas locales como magueyes, isote, plátanos, moráceas, amate, y algodón. Este enfoque no solo asegura la calidad del papel, sino que también promueve la conservación de especies autóctonas y el respeto por el entorno natural.
Una parte fundamental de la sostenibilidad en la producción de papel artesanal en Oaxaca es el uso de residuos de la industria mezcalera. Los talleres aprovechan las pencas de agave y la caña que son residuos del proceso de producción de mezcal para integrarlos en la fabricación de papel. Esta práctica no solo reduce desperdicios, sino que también fomenta un ciclo sostenible de producción y consumo.
Mantener la viabilidad de esta práctica artesanal requiere un profundo respeto por los ciclos naturales. La recolección estacional de materias primas garantiza no solo la calidad del papel, sino también la preservación del medio ambiente y el legado cultural de la comunidad. Los artesanos aseguran que cada etapa del proceso se alinee con los tiempos y ritmos de la naturaleza, cuidando tanto el patrimonio cultural como la biodiversidad local.