En un esfuerzo por reconocer y proteger la tradición mezcalera en el estado, la Gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia, ha anunciado avances significativos en el proceso para obtener la denominación de origen del mezcal producido en la entidad. Este logro no solo fortalecerá la identidad cultural de Morelos, sino que también impulsará el desarrollo económico local a través de la promoción y comercialización de este destilado tradicional.
Aunque históricamente se afirmaba que Morelos no tenía una tradición en la elaboración de mezcal, recientes estudios han revelado registros históricos que datan de los siglos XVII y XVIII, donde se menciona la producción de mezcal en el estado. Estos hallazgos han sido fundamentales para sustentar el proceso de solicitud de la denominación de origen.
Para avanzar en este proceso, el gobierno estatal ha firmado un convenio con el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (IMPI). Este acuerdo tiene como objetivo reconocer a Morelos como un productor legítimo de mezcal, desafiando la percepción previa de que el estado carecía de una tradición en la elaboración de esta bebida.
El mezcal es un destilado de agave que ha sido parte integral de la cultura mexicana durante siglos. En Morelos, su producción no solo es una fuente de orgullo cultural, sino también una actividad económica significativa. Actualmente, una exportadora ubicada en Jojutla envía mezcal a Estados Unidos, destacando el potencial de crecimiento que tiene esta industria en el estado.
Una vez que se obtenga la denominación de origen, se planea organizar una feria del mezcal para promover tanto a nivel nacional como internacional esta bebida tradicional. Esta feria no solo servirá para dar a conocer el mezcal morelense, sino también para impulsar su comercialización y reconocimiento global.
La búsqueda de la denominación de origen para el mezcal de Morelos es un paso crucial hacia el reconocimiento y protección de la riqueza cultural y económica del estado. Con esta iniciativa, Morelos se suma a la lista de regiones que valoran y promueven sus productos tradicionales, contribuyendo así al patrimonio gastronómico y cultural de México.